telas crudas sostenibles medioambiente

¿Cuáles son las telas de menor impacto?

Los textiles sostenibles, son aquellos creados a partir de prácticas responsables con el medio ambiente y las personas, y que además reducen en toda su fase de fabricación los efectos negativos que pueden destruir el entorno.

Es importante saber que existen fibras naturales de origen vegetal, animal, fibras sintéticas y artificiales que tienen procesos certificados y éticos y le apuestan a conservar la diversidad del planeta.

Debemos ir más allá del tejido y concentrarnos también en su proceso de hilatura y teñido, para realmente catalogar un textil como sostenible.

Los colores logrados a través de productos naturales y/o ecológicos, los procesos de teñido inyectado o a través de nano burbujas son primordiales para medir la cantidad de agua empleada, y los problemas de contaminación hídrica. Las 4 formas mencionadas anteriormente son las más respetuosas con el planeta hoy.

Pero, ¿cuáles fibras están catalogadas como sostenibles?

En la actualidad no existe ningún textil 100% sostenible, pero existen alternativas importantes en la industria que trabajan mediante procesos productivos justos y circulares. En el mercado existen fibras naturales, artificiales y sintéticas que después de haber pasado por un análisis de ciclo de vida, son consideradas las de menor impacto.

FIBRAS DE MENOR IMPACTO DE ORIGEN NATURAL:

Algodón reciclado: fabricado a partir de residuos de algodón pre consumo como restos de hilo o tejido

Algodón BCI: reduce el agua, mejora la biodiversidad del suelo

Algodón «made in África»: algodón local producido bajo cultivos sostenibles

Algodón orgánico: cultivado en armonía con la naturaleza, sin agroquímicos peligrosos y sin semillas genéticamente modificadas.

Existen otras fibras como: Seda, Lino, Cáñamo, Bambú, Ortiga, Lana ecológica, Sorona (fibra obtenida a partir del maíz), Yute, Coco, Plátano, Ramio, Corcho, Piña y Soya.

FIBRAS DE MENOR IMPACTO DE ORIGEN ARTIFICIAL:

Tencel: producida a partir de la celulosa de la madera de eucalipto en plantaciones especialmente cultivadas y gestionadas ambientalmente

Modal: se trata de una fibra, que se obtiene de celulosa reconstituida, y por tanto implica una parte de reciclaje de fibras.

FIBRAS DE MENOR IMPACTO DE ORIGEN SINTÉTICO:

Poliéster reciclado: está hecho a partir de botellas PET y telas de poliéster (nylon)

Nylon reciclado: se obtiene a través de redes de pesca, pelusa de alfombras, tules rígidos y se transforma en textil.

Existen otras fibras que están logrando incursionar en el mercado gracias a su apuesta ambiental y entre ellas encontramos algunas logradas a partir de la caseína, residuos de café, Microsilk (textil hecho de telarañas), residuos alimenticios como cáscara de frutas, ADN bio fabricado, bacterias fermentadas y estiércol de vaca.

Cada una de ellas tienen ventajas sorprendentes y beneficios para la naturaleza y los consumidores, y por eso deben empezar a incluirse en la industria.

Aunque todas las fibras ecológicas generan algún impacto en el ambiente, existen muchas que han logrado mitigar esos efectos y generar impactos positivos para lograr la regeneración de los ecosistemas naturales.

Por eso es tan importante conocer su trazabilidad, condiciones y aportes en las 4 agendas de la sostenibilidad, para así generar productos éticos, responsables y circulares.ase de fabricación los efectos negativos que pueden destruir el entorno.

Publicado por TRIB•ECO

https://connectamericas.com/es/content/%C2%BFcu%C3%A1les-son-las-telas-de-menor-impacto#:~:text=Algod%C3%B3n%20org%C3%A1nico%3A%20cultivado%20en%20armon%C3%ADa,%2C%20Corcho%2C%20Pi%C3%B1a%20y%20Soya.

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Empresa colombiana recoge residuos textiles y los transforma en fibras

La Estrella (Colombia), 25 abr (EFE).- Para reducir el impacto ambiental de la industria textil, una de las más contaminantes del mundo, una empresa colombiana se dedica a recolectar residuos textiles para transformarlos en fibras recuperadas en un ejercicio de economía circular que estimula la gestión responsable de estos excedentes.

Fibretex procesa al año más 2.000 toneladas de tejidos sobrantes que recolecta en empresas o talleres de confección para someterlos a un proceso de deshilachado en su planta de producción, ubicada en La Estrella, municipio vecino de Medellín, ciudad reconocida por su desarrollo textil, innovación y ferias de moda.

Diana Echeverri, quien fundó la compañía junto a sus hermanos Andrés y Elizabeth en 2014, señaló a Efe que la moda rápida o pronta (fast fashion) tiene un impacto ambiental alto y «si no hacemos algo, la contaminación va a ser mayor» con una industria que ve como «basura» a esos pequeños cortes de tela que quedan tras la fabricación de una prenda.

«Lo que pretendemos es ser una solución ambiental para las empresas del sector textil», detalló la también directora administrativa.

EL PRECURSOR Y EL GRAN SALTO

La idea original fue de Orlando Echeverri, padre de los tres hermanos, quien después de trabajar por años con una reconocida marca de jeans, de una manera «muy innovadora», vio una oportunidad en el aprovechamiento de los excedentes textiles, «de esos retazos que quedan del corte».

«Eso sale de forma constante y en gran volumen», evocó Andrés, cofundador de Fibretex y su gerente.

En 1976, su padre construyó una máquina con un tambor rotativo lleno de clavos, que se encargaba de abrir esas telas picadas para sacar las fibras de algodón. Ahí surgió un nuevo insumo para el relleno de colchones: un material más suave, de mayor volumen y menor peso.

Una situación de salud forzó el relevo generacional. Los hijos buscaron llevar a la compañía a «otro nivel» con la importación de maquinaria para producir también fibras, para fabricar hilos gruesos y telas no tejidas, además de pabilos para traperos y rellenos para colchonetas.

«El mismo mercado ya lo estaba pidiendo», advirtió Andrés sobre el cambio.

Con el apoyo de la Corporación Interactuar, a través de créditos y la participación en el programa Método Base de Aceleración (MBA), dieron el gran salto en su labor ambiental y en el crecimiento de la compañía. Invirtieron en la repotenciación de la maquinaria para aumentar la capacidad y hoy cuentan con 23 empleados.

En esa transición, que marcó el nacimiento de Fibretex, involucraron en el proceso a «retaleros», quienes se encargan de recolectar los retazos y los seleccionan por colores para obtener fibras recuperadas en tonos más específicos.

«A medida que se seleccione mejor el excedente textil, va a tener mayor posibilidad de ser reutilizado. Con este tipo de proceso hacemos posible que estas fibras sean reintegradas a la cadena», precisó Diana, quien proyecta empezar a ofrecer asesorías a las empresas textiles en el país sobre la disposición de sus excedentes para que tengan «un uso final adecuado y hacerlos recuperables».

MICROEMPRESAS, CON BUENAS PRÁCTICAS AMBIENTALES

La directora de transformación empresarial de Interactuar, Andrea Zuluaga, señaló que la corporación, «sin importar el tamaño o la actividad» de la empresa, acompaña a los emprendedores en el desarrollo de una «cultura de impacto ambiental» a través de herramientas que los encaminan hacia la sostenibilidad.

En esa dirección, Zuluaga destacó que el 89 % de los empresarios que hacen parte del MBA agro muestren mayor interés en procesos de producción limpia, y que el 57 % de participantes del MBA urbano implemente buenas prácticas ambientales referidas a la gestión de residuos y a la reducción de la huella de carbono.

Además, en el Semillero Agroambiental, un programa para acompañar el desarrollo ambiental, el 81 % de sus integrantes busca mitigar los efectos del cambio climático con disminución del uso de agroquímicos y la reducción de la huella hídrica. EFE

fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/colombia-empresas_empresa-colombiana-recoge-residuos-textiles-y-los-transforma-en-fibras/47542850

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Avances en el sector textil

«Investigación y desarrollo, fundamentales para la implementación de la economía circular»: secretaria de Ambiente de Bogotá, Carolina Urrutia

  • La 1ra Semana de Economía Circular de América Latina se lleva a cabo en Sao Paulo, Brasil.

Bogotá, 6 de mayo de 2022. (@AmbienteBogota). En el sexto día de agenda de la primera Semana de Economía Circular de América Latina, la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, participó del panel «Cadena productiva circular», donde explicó y dio a conocer los avances que ha tenido la Administración de la alcaldesa Claudia López para tener una política sostenible que pueda integrar a los diferentes sectores productivos.

«En Bogotá estamos trabajando en una política que se llama ¿Bogotá circular¿ y la decisión que hemos tomado es diferenciar los sectores y tener hojas de ruta para cada uno, que contribuya a la construcción de una plataforma general en la que nos está apoyando el Banco Interamericano de Desarrollo. El sector en el que vamos más adelante, de manera integral, es el de la moda. El sector de textiles es un sector muy retador para la economía circular, el ecodiseño es una práctica que puede evitar los residuos, es el punto de partida», indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.

Precisamente, la Secretaría de Ambiente está trabajando de la mano con la academia y las empresas del sector textil para avanzar en investigaciones sobre materiales y textiles para la generación de nuevos insumos, que no tengan impactos negativos sobre el medioambiente.

«Uno de los motivos por lo que nos preocupa tanto los textiles, en su relación con la contaminación del suelo, es cuando estos acaban en el relleno sanitario; si han sido tratados con muchos químicos pueden llegar a contaminar el suelo a través de los vertimientos y los lixiviados, ese es uno de los temas que estamos trabajando, un vínculo que extrañamente no es tan frecuente, que es el de la academia con las empresas desde el momento de la concepción de los productos», agregó la secretaria de Ambiente en su intervención.

La funcionaria también destacó la importancia de pensar en la posventa desde el momento que se diseñan los productos, y estos deben estar pensados en la relación que pueden llegar a tener la empresa con el consumidor, como ya se ha ido implementando en el mercado, una forma de economía circular. 

Por último, la secretaria de Ambiente de Bogotá resaltó la necesidad de trabajar para que la circularidad no se vuelva un tema elitista, de allí la importancia de buscar articular la demanda y oferta de materiales reutilizables entre empresas para crear nuevos mercados.

La Administración de la alcaldesa Claudia López sigue trabajando en la estructuración de guías, planes y políticas de buenas prácticas frente a la economía circular, que ayuden a promover modelos de negocio sostenibles, además, de herramientas que permitan implementar a las empresas transiciones en sus procesos bajos en carbono y de pocos residuos.

«Debemos trabajar también en el mejoramiento de los temas logísticos para reducir la congestión, los problemas de calidad del aire y la emisión de gases efecto invernadero», puntualizó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.

El evento se realizó en el marco del proyecto de cooperación técnica «Economía circular como instrumento innovador para la Implementación de la Agenda 2030», y en el que participó también la secretaria de Hábitat, Nadya Rangel

 

Fuente: https://www.ambientebogota.gov.co/es/noticias-de-ambiente/economia-circular-avances-en-el-sector-textil